La Empatía y la Simpatía, aunque puedan parecer bastante similares, son en realidad muy diferentes. La Empatía es comprender los desafíos de alguien, mientras que la simpatía se centra en sentir los dolores de alguien. La Simpatía puede funcionar brillantemente tal vez en un entorno personal, sin embargo, en un entorno profesional, es la Empatía la que se ajusta perfectamente a la factura.
La Empatía se centra en la comprensión de los retos de alguien y luego utiliza esa comprensión para ofrecer a la otra persona una solución o una alternativa. Cuando un cliente comparte sus desafíos, no necesita que simpatices con ellos, necesitan que empaticemos con ellos, ya que conduciría a una solución, que están buscando.