Las Metas son parte de cada pequeño aspecto de nuestros negocios y nuestras vidas; y nos dan un sentido de la dirección, de la inspiración, de un blanco claro, y de aclarar la importancia de nuestras tareas. Al aprender el arte de establecer metas para nosotros mismos y para nuestros equipos, creamos un objetivo claro en nuestras cabezas. Esto nos ayuda a guiar la configuración de la meta.
Las Metas siempre deben ser:
- E - Específicos
- M - Medible
- A - Alcanzable
- R - Relevante
- L - Límite de tiempo
Por lo tanto, las Metas
(EMARL) deben incorporarse todos estos criterios para ayudar a enfocar sus esfuerzos y los de su equipo al tiempo que aumentan exponencialmente las posibilidades de lograr estos objetivos.
En ausencia de objetivos claramente definidos, nos volvemos extrañamente leales a la realización de actos diarios de trivialidades.